martes, 1 de diciembre de 2009


... para siempre y más

Algo tiene que tener el metal para haber enamorado a tantos adeptos.

Reconozco que soy bastante más clásica. Ya sabéis: Neil Young con Crazy Horse, Mark Knopfler con Dire Straits (solos no, la verdad) y mucho años 50 y 60, el rock and roll clásico de Berry y Redding y las salvajadas psicodélicas de Hendrix, los Stones puestos a heroína y frontmen como Rod Stewart, Plant y Daltrey. Qué le vamos a hacer.

Pero si tengo que escoger baladas, lo tengo super claro: años 80.

Que sí, que esos pelos cardadísimos y los pantalones con relleno no hacen justicia a nadie. Que las groupies eran... dejésmolo en que las groupies eran. Y lo de cantar haciendo gorgoritos tenía su encanto justo. Pero los baladones, sobre todo los de los Guns'n'Roses, eran lo más.

Def Leppard son bestiales, Queen los reyes (el Rey), Kiss, quizá algo sobrevalorados... y ahí me paro porque es mi asignatura pendiente: mucho no entiendo de este género. Mis preferencias están en grupos de un metal más alternativo como Rage Against The Machine, System of a down, Nine Inch Nails y por supuesto los omnipresentes Deftones, cuyo bajista murió hace cosa de un año. Pero esos no hacen baladas.

Mi conclusión, en cuero y Bourbon en mano, es que los viejos rockeros nunca mueren, incluso los que quieren despertar a Thor con sus riffs o enfurecer a Zeus y Hera quemando sus amplis. Y como son inmortales, el tema que les viene como anillo con calavera al dedo, es el siguiente:

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