El segundo álbum de los jovenzuelos madrileños Layabouts me tiene enamorada. Lo han llamado ...And they ran into the woods, y muy acertadamente, porque huele a hierba fresca, a lluvia, a río de caudal incesante, y a cabaña entre los montes.
El disco abre con una instrumental que le da título, para continuar por You got it y The river and the razorblade, dos temas muy en la onda del primer trabajo, pero bastante más maduro. Epidemic hace honor a su nombre: una canción oscura y tenebrosa. Pero con Desertika, la banda vuelve a los hitazos de carácter indie.
Sin duda el temazo es Sleeping, corta pero intensa, con todo el sabor del grunge más apasionado y desesperado, en la onda de unos primeros Foo Fighters o Temple of the dog, aunque también con aires a Queens of the stone age, sobre todo en la batería del incansable Vito.
Después llega la atípica You're no good y el single, Corrupted scene behind the stage, una crítica a la industria, de comienzo revolucionario, completamente distinto a la línea bailable que llevaba antes el grupo. Coming down, hit pegadizo, y Breakfast for two, de alma rockera, abren paso al gran final: el medio tiempo Blank, preciosa, que esconde una sorpresa de nombre Heart Attack.
Producido por Kaki Arkarazo, el disco está a la venta en Fnac, iTunes, y en los directos que ofrece la banda. El último, celebrado el pasado viernes en la sala El Sol, colgó el cartel de entradas agotadas. Casi nada.
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